Facebook se hace Betty

La primera vez que alguien me habló de redes sociales virtuales inevitablemente me vinieron a la cabeza varios pensamientos.

Redes, esa evocadora palabra me llevaba a aquellos años en que compartía partidas de tenis con el conde Olenski incluso me había llevado en numerosas ocasiones a las finales de Roland Garros. Efectivamente el conde había caído en mis “redes”.

Sociales me traslada a mi infancia, cuando en el liceo francés en primaria tenía ante mí esos infumables libros de tapa gorda. Lo único que me hacía sonreír era imaginarme que algún día, yo, la gran Betty Poitiers sería digna de figurar entre esas hojas de papel.

Y virtual, cuantas veces imaginé ser ganadora del premio de Cannes y subir los escalones de la Croisette. Me quedé en virtual participante. Pero sé que algún día lo haré.

Así pues, cuando mi encantadora interlocutora comenzó a hablarme de “redes sociales virtuales” le agradecí el haberme recordado mis añorados tiempos. Ni tan siquiera podría imaginar que poco tiempo después podría encontrarme en una de ellas.

Acompáñame a subir de nuevo esos 54 escalones en mi nuevo perfil de facebook, porque yo, la divina Betty Poitiers, no podía faltar.

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