martes, 14 de julio de 2009

Crónica de París


Llegué a París un sábado el día
de la independencia de los EEUU. Ya sabéis que ayuda francesa fue crucial en la victoria sobre la pérfida Albión. La estatua de la libertad atestigua mis palabras.


Un magnífico París me recibiría tras un vuelo bañado en vino español. Tras un conveniente descanso mi estilista y yo decidimos dar un paseo por los alrededores del petit hôtel. El tiempo no pasa en balde y necesito más avituallamiento. La etiqueta parisina exige a la hora del aperitivo un vino rosé en una terraza viendo a la gente pasar.

Con la llegada del verano el alcalde de París Bertrand Delanoe instala unas atracciones en la explanada del Louvre. No pude resistirme a subir en la altísima noria y ver de una sola vez todo París; como me gustaría ser gata en esos tejados abuhardillados.

Al día siguiente, un mensajero llegó al hôtel para entregarme dos entradas para una exclusiva fiesta en bateau sobre el sena. La temática de la fiesta "vedettes de París"; no se habían olvidado de mí.

A la mañana siguiente mi cabeza daba vueltas, ni siquiera recordaba que mi estilista me había devuelto a mi suite sana y salva, guardando mi imagen de cara al desfile de Dior

Puedes ver más fotos de mi visita a París pinchando aquí.



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