La fotografía del corto nos la daba en sí misma la localización. En la visita a la casa que realizamos el equipo (César, Luis, Antonio y yo) en compañia de nuestros profesores Antonio Savinelli y de Javier Lombana realizamos el primer story board. Teníamos muy claro que la misma casa en sí nos daba unos encuadres espectaculares. Con la ayuda de los espejos, la luz de las lámparas y los apliques que pincelaban las paredes con su luz.
Luís realizó muy buen trabajo con el story board, mientras nuestros profesores Antonio y Javier nos aconsejaban sobre" el eje" (dichoso salto de eje, ja ja ja ja) y posibles buenos encuadres, ahí si que disfrutó nuestro compañero Antonio (el santo) que tuvo su primer contacto con la cámara con la que rodaríamos el corto. Antonio encontró planos maravillosos como el de la lámpara del techo.
Este día también tuvimos nuestra clase de fotografía que nos la impartió Javier para disfrute de todos (sin focos eso sí). Pero quedaba algo pendiente y era el uso de los focos del cine, que no llegue a tocar hasta el mismo día del rodaje. Savinelli siempre me decia que no me preocupara que era sencillo y que además contaríamos con su inestimable ayuda y la de Javier.
Recuerdo que estaba super nervioso, pues todo el equipo había preparado su trabajo, Luis ensayó con las actrices varias veces, Antonio grabó con la cámara y César realizó el guión que como es normal se retocó hasta el último momento, incluso en los ensayos. Y yo sin tocar las luces, a parte del equipo que nos aportó la escuela, nosotros alquilamos una caja de luces el día anterior al rodaje, mirando hacia ellas me decía: "o mañana tenemos una colaboración para siempre o no volveremos a vernos las caras".
Voy por el quinto cortometraje como director de fotografía este año.